Hoy fue un día inolvidable. En nuestra visita a la comunidad Shipibo, llevamos regalos y un mensaje de esperanza a las abuelitas que viven en condiciones de pobreza extrema. Cada sonrisa y cada mirada de gratitud nos recordó lo importante que es compartir las bendiciones que Dios nos da.
Estas abuelitas, muchas de ellas sin apoyo familiar y con recursos limitados, son un ejemplo de fuerza y resiliencia. Pero también son un llamado a la acción para todos nosotros. A través de pequeños gestos, como los regalos que entregamos hoy, podemos marcar una gran diferencia en sus vidas.
Queremos seguir llevando amor, esperanza y ayuda a más personas que lo necesitan. Tú también puedes ser parte de esta misión. Cada donación y cada apoyo cuenta para transformar vidas y llenar corazones de alegría. Juntos, podemos hacer más. ❤️✨